martes, 12 de enero de 2010

Una voz amuzga

En la edición del 12 de enero de 2010, LA JORNADA GUERRERO publica la siguiente nota:
.
KACHYTSJOM
Por los pueblos y los caminos del Sur
.
Inicia el 2010 y los pueblos originarios, los llamados pueblos indios, siguen siendo los más marginados en este país. Las mismas autoridades reconocen esta situación en las diferentes estadísticas oficiales que han dado a conocer. Los indígenas, como también se les llama, carecen de lo indispensable para una vida digna: no cuentan con hospitales ni clínicas suficientes, mucho menos con personal médico especializado ni medicina indispensable; los que cuentan con viviendas propias, muchas están hechas de láminas, con cuartos insuficientes para el número de habitantes y para las necesidades propias de una familia. No cuentan con escuelas dignas ni suficientes en número ni en los niveles necesarios, los planes y programas de estudios son totalmente ajenos a sus necesidades y contexto cultural, aunado a lo anterior, la práctica docente generalizado sigue siendo muy deficiente, lo cual hace que la educación que reciben, siga siendo fundamental para debilitar sus instituciones y prácticas culturales propias. Ahora más que antes, es más difícil vivir del trabajo del campo o de la producción artesanal que los caracterizaba, pues la sobreexplotación y la contaminación de su territorio ha sido irracional, el despojo de su tierra y sus recursos naturales de parte de caciques ha sido intenso, el bajo nivel de producción y los bajos precios de sus productos los obliga a migrar a las ciudades o a los grandes campos agrícolas, en donde lastimosamente, familias enteras terminan viviendo en condiciones infrahumanas, sin un trabajo formal, así como ocurre en las sobre pobladas colonias de las grandes ciudades.
Según la actual Constitución mexicana, el derecho a la salud, a la educación, a la vivienda digna y al trabajo está garantizado, está ganado. Según el discurso de las autoridades, en este país se respeta el estado de derecho, pero cualquier persona honesta sabe que no es así, solamente está en el discurso de las corruptas autoridades y en la promesa de los sucios políticos que así como hace muchos años, ahora siguen prometiendo, siguen lucrando, elecciones tras elecciones, con la pobreza de los pueblos originarios.
Los que hemos conocido la historia de este país, sabemos que los pueblos originarios han sido fundamentales en los movimientos de resistencia, de rebeldía y de liberación que se han dado en este país. De manera masiva participaron en el movimiento independentista y en lo que se conoce como la revolución mexicana, sin embargo hay que decirlo: siempre han sido usados por “la clase política” de este país como carne de cañón, pues por sus aspiraciones libertarias han puesto los muertos, pero lastimosamente siguen sumido en la pobreza, en la marginación social y política hoy en día.
A pesar de todo, y en la mayoría de las veces, en contra de todo, hoy en día siguen siendo en la práctica los que con mayor fuerza y claridad han defendido su derecho a la vida: su cultura, su tierra, sus recursos, sus principios y valores, su autonomía ante los embates del capitalismo. Y no sólo se han defendido, sino que están construyendo otra manera de convivir entre ellos y con los demás, sin perder de vista su relación con la madre tierra y sus recursos, y no es que estamos idealizando a los pueblos originarios, simplemente reconociendo que a pesar de tener casi todo en contra, no se han dado por vencido, al contrario, para muchos son la esperanza de que en este país la dignidad, la solidaridad, el humanismo, la colectividad, son más importantes que el dinero.
Estamos iniciando ya el año 2010, un año que muchos dicen, piensan, desean que sea histórico, así como han sido el año 1810 y el 1910 para nuestro país. Por lo pronto las autoridades, en complicidad con las grandes empresas, se han encargado de agudizar las condiciones de explotación, represión, marginación y despojo hacia los pueblos originarios y en general al pueblo de México. Un movimiento que pretenda generar cambios de fondo en la vida social de nuestro país no puede darse sin la participación activa y decidida de los pueblos originarios, a quienes ya no se debe de usar nuevamente como carne de cañón, tampoco para cambiar de amo durante los procesos electorales, es tiempo ya, de que entre todos los oprimidos, pueblos originarios y los marginados de este país, se inicie la construcción de una sociedad diferente, en donde las personas y los recursos naturales sean más importante que el dinero.
Yo soy tsancue ñomndaa, llamado también indígena amuzgo, por lo mismo, no puedo asumir una postura “neutral” o mirar las cosas desde fuera, ya que de alguna manera he sentido los agravios que ha padecido mi pueblo en estos últimos años, también participo, en la medida de mis limitadas posibilidades, en la construcción de alternativas que como colectividades estamos planteando. En este espacio, si la mano del poder no me alcance, trataré de denunciar y comentar los problemas que vivimos los pueblos originarios, en especial, los de Guerrero, pero no sólo eso, también daré a conocer los esfuerzos organizativos, las alternativas que los pueblos van construyendo, así también nuestras aspiraciones de un mundo mejor.
kachytsjom@gmail.com
.
Puede consultarse en:

No hay comentarios: