jueves, 3 de diciembre de 2009

Sobre cartel de la Feria de Chilpancingo

En su edición del 03 de diciembre de 2009, en DIARIO DE GUERRERO, se publica en la columna COSMOS de Héctor Contreras Organista, la siguiente información.
.
COSMOS
Héctor Contreras Organista

.
Hay en Chilpancingo dos canciones en boga: “Desde el cielo una hermosa mañana, la guadalupana, la guadalupana bajó al Tepeyac”. Tonada que se ha arraigado, desde hace muchos años en el sentimiento del pueblo católico, y se canta, de veras, con devoción. La otra que se canta, aunque no con tanta devoción, es: “Ya está cerrada con tres candados y remachada la puerta negra”, gran éxito de los Tigres del Norte, que recobra vida y se actualiza arrolladoramente porque dicen que bajo “siete llaves” el presidente del Patronato de la Feria ha encerrado los carteles que servirían para darle publicidad al festejo de este año que, en contrasentido, de lo que más adolece es precisamente de publicidad. Al menos, positiva.
Hace exactamente ocho días –el jueves 26 de noviembre- integrantes del patronato acompañaron al presidente municipal Héctor Astudillo Flores al restaurante “La Finca” –propiedad de Elvirita Calvo- donde alcalde y patronato presentaron a los medios de comunicación el cartel que, por enésima vez, y con exquisitos detalles de la tradición dibujó el maestro Francisco Alarcón Tapia.
Copias de ese cartel se entregaron a los periodistas –que por cierto, muy contados fueron quienes lo publicaron- y hubo discursos, información y explicación de la organización de la feria. Pero todo ese esfuerzo de alcalde y patronato, no trascendió, porque desde siempre la publicidad cuesta, los espacios en radio y televisión también.
De boca de algunos periodistas se escuchó que “el patronato quiere publicidad de gorra, no pagan, piensan que nosotros tenemos la obligación de publicarles sus eventos pero sin que les cueste nada”. Total que, después de la conferencia de prensa, el presidente del patronato guardó “bajo siete llaves” los carteles y no hay uno solo de ellos pegado en algún aparador o pared de la ciudad.
Gente del propio patronato se quejan porque no les dan carteles: “El presidente del patronato los tiene guardados, empaquetados, y cuando se los pedimos, nos contesta que en su momento se habrán de entregar”. Dicen que considera tal funcionario que los carteles son “de colección”, y por eso no los distribuye, “para después venderlos”.
La publicidad que a estas alturas debería haberse hecho, de manera profusa, convocando a la feria, está cancelada. “Tampoco se han colocado mantas en las calles anunciando el festejo de diciembre. Ni alumbrado alusivo a la navidad se ha instalado en las principales avenidas de la ciudad, como en otros años, excepción hecha del árbol de la nutricola en la plaza central, que es más alto que el asta de la bandera nacional. Ofensa gringa al lábaro patrio”.
No se ha publicado en los periódicos, particularmente, la programación que en la feria se desarrollará y que se daba a conocer al pueblo con antelación. Por lo que la gente ve, lee y escucha, el patronato tiene sus medios de difusión “favoritos”, que son muy contados programas del canal de televisión local y algunos radiofónicos.
Extrañó mucho a los chilpancingueños que al siguiente día de haberse presentado el cartel de Pancho Alarcón en “La Finca”, los dos más importantes periódicos que circulan en la capital del estado, no publicaron absolutamente nada sobre ese cartel. Hubo un columnista solamente que habló sobre el tema. Pero nadie más. Es bueno, y hasta plausible que el alcalde Héctor Astudillo Flores haya ido a la ciudad de México a promover la Feria de Chilpancingo, pero, ¿y en Taxco, Tierra Caliente, las dos Costas, Acapulco, la montaña, la zona norte, por qué no? ¿ya no forman parte del estado de Guerrero esas regiones? ¿no le interesa al patronato que los paisanos guerrerenses de esos lugares visiten la feria?
En el aspecto publicitario, hoy más que nunca, el patronato está apagado, o como dicen los que saben hablar, “son dueños de una opacidad insultante”. Hasta donde se sabe, durante la conferencia de prensa de hace ocho días, estuvo a punto de producirse en el restaurante La Finca un desaguisado de incalculables dimensiones, por la falta de atención de parte del patronato hacia los representantes de los barrios, quienes asistieron a ese lugar para hablar con el alcalde y presentarle airadas protestas por tantos desatinos que se han producido en los pocos y pésimos eventos que se atribuyen al patronato, como ese de que contrataron un escandaloso número de sillas para el certamen “Señorita Flor de Noche Buena” y casi todas quedaron vacías “porque no hubo gente” en la plaza de toros. Se habla de que hubo un desembolso de 175 mil pesos, por alquiler de las sillas, tirados a la basura. Fue entonces que, algunos miembros del patronato y funcionarios del ayuntamiento ocuparon otras mesas del mismo restaurante y allí dialogaron, tratando de calmar los desatados ánimos de los representantes de los barrios quienes inconformes en contra del presidente del patronato se quejaron porque no se les brinda el trato del encargo que tienen.
Las pugnas, los pleitos, los dimes y diretes en que se han enfrascado los integrantes del patronato con el presidente del mismo, han trascendido a tal grado que se rumorea que Héctor Astudillo Flores ha tomado medidas drásticas. Se dice que el alcalde ya no “acuerda” con el presidente del patronato, “porque aunque se hable lo suficiente para solucionar conflictos y se determine cómo deben hacerse las cosas, jamás se aterriza en lo que se planea”.
Nunca se había “manoseado” tanto un paseo del Pendón como ha sucedido este año. Inclusive mucho antes de realizarse. Y todo debido a las desafortunadas declaraciones del presidente del Patronato a los que la comunidad gay califican, simple y llanamente como “homofóbico”. Lamentablemente, el monumental e insultante argüende y desbarajuste que tenemos a la vista, en nada honra ni mucho menos beneficia a quienes conforman el triste, desangelado y bocabajeado patronato. Quien en realidad carga con tanto desatino, es el pueblo, que tenía esperanzas de que este año, la feria resultara como un acontecimiento inédito. Sí, resultó inédito, porque nunca se había visto tal desorganización que con increíble facilidad alcanzara el grado de mediocre.
Ojalá, dicen quienes votan por él, que Héctor Astudillo Flores no salga políticamente “raspado” debido a los yerros de Ricardo Chavelas Guevara. ¿Cuánto irá a costar cada cartel de la feria, cuando logren traspasar el encierro donde su libertad es obstaculizada por la Puerta Negra y sus tres candados?
.
Nota consultada en:

No hay comentarios: