jueves, 12 de febrero de 2009

Senador vs. Gobernador

Senador vs gobernador de Marcial Rodríguez Saldaña
En pleno periodo de reposicionamiento a nivel nacional y en Guerrero del Partido de la Revolución Democrática, se desencadena en estos días una nueva confrontación entre dos representantes populares, cuyos cargos los obtuvieron bajo el registro PRD, un senador de la República David Jiménez Rumbo y el gobernador del estado Zeferino Torreblanca.
1.- Mientras los dirigentes nacionales del PRD hacen sus mejores esfuerzos para mostrar una imagen de unidad, que permita recuperar la confianza de los electores simpatizantes y generar confianza en nuevos votantes, en Guerrero no se encuentra la fórmula para seguir la misma ruta nacional, por el contrario se encienden nuevas praderas para que arda el fuego en el PRD a costa de su destino.
2.- El conflicto entre el senador y el gobernador es un reflejo de la situación que prevalece desde el inicio de la gestión del gobernador Zeferino Torreblanca: a casi cuatro años de gobierno, la relación entre el gobernador y el partido más importante que lo llevó al poder ha sido distante, lo cual resulta atípico en cualquier sistema político, toda vez que la lógica política orienta a que el gobernante en turno mantenga una relación fluida, constante con los dirigentes del partido promotor de su triunfo, para hacer valoraciones políticas de la coyuntura cotidiana, de los acontecimientos políticos, reflexionar en diálogos políticos que le permitan nutrirse de diversas opiniones y tomar decisiones políticas y de gobierno.
3.- En el ejercicio cotidiano del poder en los estados del país, lo más aconsejable es que los gobernadores mantengan comunicación y se reúnan con mucha regularidad con los senadores de la república, con cierta regularidad con los diputados federales, quienes ostentan representación popular propia y su rol en las Cámaras es importante para el estado, todo ello con el objeto de mantener la mejor armonía política y aprovechar su representación para promover la aprobación de recursos para impulsar al estado.
4.- Los temas importantes de esta confrontación deben tener el cauce institucional de la política, en donde las instancias oficiales del PRD deben tomar una postura al respecto; las críticas del senador al gobernador no son nuevas, hay muchos dirigentes y militantes de base perredistas que las empezaron a realizar desde el día que formó su gobierno con personajes ajenos al proceso democrático en el estado y al voto ciudadano por el cambio; por ello, se cuestiona al senador el porqué hasta ahora sus señalamientos, pues mientras su expresión política detentaba la Secretaría General de Gobierno, todo marchaba bien en gobierno del estado, incluso llegó a afirmar que su alianza con el gobernador era estratégica hasta el 2012, hasta la elección del nuevo gobernador.
5.- Los señalamientos del senador de corrupción hacia funcionarios del gobierno del estado no pueden quedar en meras declaraciones periodísticas, pues ello derivaría en una presunta calumnia en caso de no ser ciertas o en una complicidad en caso de que sean veraces; de la misma manera, tampoco deben quedar como simples confesiones privadas ahora hechas públicas, las acusaciones de que el senador cobró por sí o por interpósitas personas, cheques a cambio de aprobar las cuentas públicas del ex gobernador René Juárez Cisneros, pues de no ser ciertas se estaría difamando al senador y merecería que se le ofrecieran disculpas públicas, pero de ser ciertas, se debe informar con detalle a los ciudadanos para saber quien ordenó y autorizó los cheques, las cantidades y poner en conocimiento a las autoridades competentes.
6.- En la parte política de este conflicto, lo más recomendable es promover acuerdos que resuelvan las discrepancias, en todas las instancias posibles, pero en caso contrario hacer una tregua.
7.- Si bien es cierto que en general los analistas del sistema político mexicano coinciden en que nos ubicamos en un proceso incipiente de transición democrática, en el caso del PRD requiere de aprender la lección que le dieron los ciudadanos el pasado 5 de octubre, cuando le retiraron su confianza y perdió la mayoría en el Congreso del Estado y la mayoría de presidencias municipales, y en general de que requerimos una clase política de altura, que coadyuve a mejorar la cultura política del pueblo.
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[Publicado en El Sur, 12 de febrero de 2009]

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