miércoles, 11 de febrero de 2009

Sobre el Chile Frito


El chile frito: homenaje a don Jesús Zaragoza Abarca
HÉCTOR CONTRERAS ORGANISTA*
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La música de chile frito o música de viento, ha protagonizado por décadas los festejos populares del centro del estado de Guerrero en fiestas patronales o familiares, a pesar de que la influencia comercial de fin de siglo, reforzada por el nuevo milenio intenta cercenar. El campesino-artista ha alegrado con su música sin límite al campesino-pueblo. Su alegría espontánea lanzada al universo es piel que envuelve tradiciones y costumbres; las de ayer, las de hoy y esperamos que las de siempre.
¿Quiénes son ellos que por su modestia, por abandono o desinterés de los hacendados de antes –y de los políticos recientemente– habían permanecido ocultos en el anonimato a pesar de que son la gota milagrosa donde nace la alegría de nuestros pueblos? Somos pues, privilegiados porque en esta ocasión tenemos con nosotros sin duda al máximo exponente de nuestra música bella del chile frito: don Jesús Zaragoza Abarca, conocido en todo el estado por El Polvo, quien nació en Zumpango del Río en 1923.
“Porque tenía que trabajar para comer”, como el propio don Jesús afirma, le fue imposible cultivarse musicalmente, aunque a los 18 años ya era ejecutor de guitarra en la banda de música que organizara el sacerdote Procopio Lara, y para 1942 fue invitado a formar parte de un grupo musical para ejecutar la trompeta y gracias al obsequio de instrumentos musicales a vecinos de Zumpango, que hizo por aquellos años el candidato a la presidencia de la República, el general Juan Andrew Almazán. Así sin maestro que le enseñara, a la vuelta de algunos meses comenzó a tocar sus primera piezas, Noches eternas y Tierra Colorada, del inolvidable Pepe Castañón, que fue amigo de don Jesús y el corrido de Juan Charrasqueado, entre otras.
Había en la década de los 40 una melodía, un gusto que se llamó el chile frito. La banda musical de El Polvo la popularizó. Gustó tanto cómo la tocaban que la gente al ver llegar a los filarmónicos decía: “ahí vienen los del chile frito”. Considera nuestro valioso artista que debido a ello y con el paso del tiempo y hasta nuestros días a todas las bandas de música de viento en Guerrero se les conoce como chile frito.
Antes de esa primera banda musical de la cual don Jesús Zaragoza formó parte, no había en Zumpango del Río bandas de chile frito. Recuerda que existía una banda que había regalado Alvaro Obregón a Zumpango pero refiere que “se acabaron los instrumentos y hasta los músicos se acabaron”, dice don Jesús, quien desde hace 27 años, sin recibir un centavo por ello, cuida el atrio y la iglesia del barrio de Xalpa en este lugar.
“El chile frito no lo tocaba cualquiera, yo se lo aprendí al músico Francisco Rendón”, dice Zaragoza, quien reconoce que a su edad se le dificulta tocar ese son, pero recuerda gratamente a sus compañeros músicos: don Pólito Palacios, Isidro e Hipólito Salmerón y a Celestino: “Cuando me arrancaba con esa pieza me despejaban para que yo echara toda esa como escalita que va para asentar el verso, le caían luego ellos; no me dejaban”, comenta el autor de varios sones que ejecutan diversas bandas musicales, quizá el más gustado es El toro loco, aunque de su preferencia personal son La Yesca y La diabla.
Sólo Jesús Zaragoza Abarca, un hombre de arte, que es arte y ha hecho arte para el pueblo, por el gusto de hacerlo y sin mirar nunca objetivos ajenos, tiene la dimensión de la humildad para decir: “el público se ha de dar gusto oyéndonos como nosotros, tocándoles”. En este justo, merecido y esperado reconocimiento, la vida, el arte y el pueblo nos brindan la brillante oportunidad para otorgar el más cálido reconocimiento a don Jesús Zaragoza Abarca y con ello a todos quienes han hecho del chile frito una historia musical en Guerrero.
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* Héctor Contreras Organista es miembro del Instituto de Investigación y Difusión de la Danza Mexicana, A.C.
[Publicado en La Jornada Guerrero, el 11 de febrero de 2009]

2 comentarios:

Ramarkadyn dijo...

¡Magnífico!

Un pequeño reconocimiento a uno de esos artistas rústicos que hacen salir con sus notas el sentimiento guerrerense más profundo, palpitante al ritmo de un son.

RCL

OlIver S Nuñez dijo...

Muchas gracias por compartirnos el legado que dejo el sr. Jesus "el polvo" de Zumpango