El Agua Potable en Chilpancingo
Fernando Hinterholzer Diestel
Fernando Hinterholzer Diestel
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Las políticas federales que rigen el sector de agua y saneamiento son establecidas por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), una dependencia autónoma de la SEMARNAT. Según la Ley de Aguas Nacionales de 1992, la CONAGUA establece un sistema nacional de información y publica informaciones sobre el sistema de aguas nacionales y elabora balances en cantidad y calidad del agua a nivel regional.
La estrategia sectorial del gobierno federal se concentra en proporcionar subsidios a la inversión para los proveedores de servicios mediante una variedad de programas destinados a mejorar la cobertura y la eficiencia. En 2004, una enmienda a la Ley de Aguas Nacionales de 1992 contemplaba la transferencia de ciertas funciones, tanto del ámbito federal como del estatal, a las recién creadas instituciones a nivel de cuencas hidrológicas, incluyendo decisiones financieras, mediante la creación de un Sistema Financiero del Agua.
En México, el acceso, la eficiencia y la calidad de los servicios de agua y saneamiento varían mucho de una localidad a otra, reflejando en gran medida los diferentes niveles de desarrollo en todo el país. En general, el sector de agua y saneamiento mexicano está marcado por los siguientes problemas: baja eficiencia técnica y comercial en la prestación de los servicios; calidad inadecuada de los servicios de abastecimiento de agua; calidad deficiente de los servicios de saneamiento, especialmente en lo que respecta al tratamiento de aguas residuales; y cobertura insuficiente en las zonas rurales más pobres.
Durante los últimos diez años, el sector de agua y saneamiento en México logró importantes avances en la cobertura de servicios en lo que se refiere a cobertura del abastecimiento de agua y del saneamiento. No obstante, en las zonas rurales y en la región sur del país estos niveles de cobertura continúan siendo bajos, especialmente en lo que se refiere al saneamiento.
En nuestro país, el 63% del agua proviene de fuentes superficiales y el restante 37% proviene de acuíferos. El intenso crecimiento demográfico y la migración interna a regiones semiáridas y áridas resultan en una sobreexplotación de los recursos hídricos de México. Según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la sobreextracción del agua subterránea representa casi el 40% del uso total de ésta. Actualmente, solo el 30% de as aguas servidas reciben algún tipo de tratamiento. La CONAGUA estima que el 52% del total de los recursos hídricos superficiales está muy contaminado, mientras que el 39% está contaminado de forma moderada y solo el 9% es de calidad aceptable.
La calidad del servicio también deja mucho que desear. El Censo del año 2000 (INEGI), indica que el 55% de las familias mexicanas con acceso a agua entubada recibe el servicio en forma intermitente, aproximadamente el 30% de las aguas residuales recibe algún tipo de tratamiento, una proporción dos veces mayor que el promedio para América Latina.
En muchas partes del país, a pesar de la escasez del recurso se usa el agua de manera intensiva. En parte, tarifas bajas y falta de control favorecen esta situación. En el año del 2006, la mayor parte del agua (76.8%) se destino para usos agrícolas, mientras que solo el 13.9% se asigno al abastecimiento público y el resto al sector industrial, esto según indicadores de la CONAGUA.
Según la Constitución Mexicana, la responsabilidad por la entrega de servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento recae en 2,446 municipalidades desde la descentralización del año 1983. Sin embargo, unos cuantos de los 31 estados entregan servicios a través de empresas estatales de agua que actúan en nombre de las municipalidades. La mayoría de los estados también cuentan con agencias estatales de abastecimiento de agua ya establecidas que desempeñan distintos roles según el estado, tales como asistencia técnica a los proveedores de servicio, apoyo en la planificación de inversiones, y canalización de los subsidios federales. En algunos casos, las agencias estatales proporcionan los servicios de agua y saneamiento directamente. En áreas rurales, las Juntas de Agua son responsables por el abastecimiento de la misma.
Y bueno de acuerdo a todo lo expresado anteriormente, el asunto del agua potable en la capital del Estado de Guerrero, Chilpancingo no varía mucho. La crítica escasez que padecemos los habitantes de esta ciudad durante la etapa de estiaje, esto es de enero a junio se ha hecho insoportable sobre todo en algunas colonias. Y esto a pesar de los ofrecimientos del alcalde HAF desde sus ofrecimientos de campaña. Si bien es cierto que el asunto del agua, está considerado como el primer problema de la capital bien sabemos que no se puede remediar de la noche a la mañana.
De acuerdo a información de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH), del total de colonias que hay en Chilpancingo, 280 mantienen un servicio constante de agua y en las otras 120 carecen del servicio. También hay que destacar que por falta de mantenimiento preventivo, en los últimos años se han deteriorado el sistema por la ruptura de tubos, con los consecuentes desperdicios y falta de presión en algunos casos para que el servicio llegue a todos los domicilios que comprende la red.
Por lo que, HAF debe emprender ese gran reto del redimensionamiento del Sistema de Agua Potable de Chilpancingo, el cual implica una gran cantidad de recursos que el municipio no tiene, por lo que el aprovisionamiento del dinero tiene que venir del gobierno del estado y por que no de créditos de organismos internacionales, que apoyan el desarrollo de los países emergentes. Hay que realizar una serie de estudios técnicos tanto de factibilidad como de financiamiento, que puedan factibilizar dicha magna obra en el mediano plazo y pueda ser continuada por las próximas administraciones municipales y estatales.
Por lo pronto y a falta del vital líquido en las tuberías de las casas de Chilpancingo, se ha creado un novedoso programa de apoyo a través de pipas, que surten diariamente todas las colonias capitalinos, alivianando la escasez en que vivimos desde hace tres meses. Dicho programa es manejado atinadamente por Antonio López Velazquez a quienes los directamente beneficiados le agradecemos su atingencia como servidor público municipal y a la vez al Sr. Alcalde por preocuparse por atender de manera contingente, una de las demandas más urgente que tenemos el Agua.
Las políticas federales que rigen el sector de agua y saneamiento son establecidas por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), una dependencia autónoma de la SEMARNAT. Según la Ley de Aguas Nacionales de 1992, la CONAGUA establece un sistema nacional de información y publica informaciones sobre el sistema de aguas nacionales y elabora balances en cantidad y calidad del agua a nivel regional.
La estrategia sectorial del gobierno federal se concentra en proporcionar subsidios a la inversión para los proveedores de servicios mediante una variedad de programas destinados a mejorar la cobertura y la eficiencia. En 2004, una enmienda a la Ley de Aguas Nacionales de 1992 contemplaba la transferencia de ciertas funciones, tanto del ámbito federal como del estatal, a las recién creadas instituciones a nivel de cuencas hidrológicas, incluyendo decisiones financieras, mediante la creación de un Sistema Financiero del Agua.
En México, el acceso, la eficiencia y la calidad de los servicios de agua y saneamiento varían mucho de una localidad a otra, reflejando en gran medida los diferentes niveles de desarrollo en todo el país. En general, el sector de agua y saneamiento mexicano está marcado por los siguientes problemas: baja eficiencia técnica y comercial en la prestación de los servicios; calidad inadecuada de los servicios de abastecimiento de agua; calidad deficiente de los servicios de saneamiento, especialmente en lo que respecta al tratamiento de aguas residuales; y cobertura insuficiente en las zonas rurales más pobres.
Durante los últimos diez años, el sector de agua y saneamiento en México logró importantes avances en la cobertura de servicios en lo que se refiere a cobertura del abastecimiento de agua y del saneamiento. No obstante, en las zonas rurales y en la región sur del país estos niveles de cobertura continúan siendo bajos, especialmente en lo que se refiere al saneamiento.
En nuestro país, el 63% del agua proviene de fuentes superficiales y el restante 37% proviene de acuíferos. El intenso crecimiento demográfico y la migración interna a regiones semiáridas y áridas resultan en una sobreexplotación de los recursos hídricos de México. Según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la sobreextracción del agua subterránea representa casi el 40% del uso total de ésta. Actualmente, solo el 30% de as aguas servidas reciben algún tipo de tratamiento. La CONAGUA estima que el 52% del total de los recursos hídricos superficiales está muy contaminado, mientras que el 39% está contaminado de forma moderada y solo el 9% es de calidad aceptable.
La calidad del servicio también deja mucho que desear. El Censo del año 2000 (INEGI), indica que el 55% de las familias mexicanas con acceso a agua entubada recibe el servicio en forma intermitente, aproximadamente el 30% de las aguas residuales recibe algún tipo de tratamiento, una proporción dos veces mayor que el promedio para América Latina.
En muchas partes del país, a pesar de la escasez del recurso se usa el agua de manera intensiva. En parte, tarifas bajas y falta de control favorecen esta situación. En el año del 2006, la mayor parte del agua (76.8%) se destino para usos agrícolas, mientras que solo el 13.9% se asigno al abastecimiento público y el resto al sector industrial, esto según indicadores de la CONAGUA.
Según la Constitución Mexicana, la responsabilidad por la entrega de servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento recae en 2,446 municipalidades desde la descentralización del año 1983. Sin embargo, unos cuantos de los 31 estados entregan servicios a través de empresas estatales de agua que actúan en nombre de las municipalidades. La mayoría de los estados también cuentan con agencias estatales de abastecimiento de agua ya establecidas que desempeñan distintos roles según el estado, tales como asistencia técnica a los proveedores de servicio, apoyo en la planificación de inversiones, y canalización de los subsidios federales. En algunos casos, las agencias estatales proporcionan los servicios de agua y saneamiento directamente. En áreas rurales, las Juntas de Agua son responsables por el abastecimiento de la misma.
Y bueno de acuerdo a todo lo expresado anteriormente, el asunto del agua potable en la capital del Estado de Guerrero, Chilpancingo no varía mucho. La crítica escasez que padecemos los habitantes de esta ciudad durante la etapa de estiaje, esto es de enero a junio se ha hecho insoportable sobre todo en algunas colonias. Y esto a pesar de los ofrecimientos del alcalde HAF desde sus ofrecimientos de campaña. Si bien es cierto que el asunto del agua, está considerado como el primer problema de la capital bien sabemos que no se puede remediar de la noche a la mañana.
De acuerdo a información de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH), del total de colonias que hay en Chilpancingo, 280 mantienen un servicio constante de agua y en las otras 120 carecen del servicio. También hay que destacar que por falta de mantenimiento preventivo, en los últimos años se han deteriorado el sistema por la ruptura de tubos, con los consecuentes desperdicios y falta de presión en algunos casos para que el servicio llegue a todos los domicilios que comprende la red.
Por lo que, HAF debe emprender ese gran reto del redimensionamiento del Sistema de Agua Potable de Chilpancingo, el cual implica una gran cantidad de recursos que el municipio no tiene, por lo que el aprovisionamiento del dinero tiene que venir del gobierno del estado y por que no de créditos de organismos internacionales, que apoyan el desarrollo de los países emergentes. Hay que realizar una serie de estudios técnicos tanto de factibilidad como de financiamiento, que puedan factibilizar dicha magna obra en el mediano plazo y pueda ser continuada por las próximas administraciones municipales y estatales.
Por lo pronto y a falta del vital líquido en las tuberías de las casas de Chilpancingo, se ha creado un novedoso programa de apoyo a través de pipas, que surten diariamente todas las colonias capitalinos, alivianando la escasez en que vivimos desde hace tres meses. Dicho programa es manejado atinadamente por Antonio López Velazquez a quienes los directamente beneficiados le agradecemos su atingencia como servidor público municipal y a la vez al Sr. Alcalde por preocuparse por atender de manera contingente, una de las demandas más urgente que tenemos el Agua.
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Publicado en Diario 17, de Acapulco. Gro., el 4 de mayo del 2009.
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