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¿Dónde y cómo empiezan nuestros rezagos
Xavier Carreto A.
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Aquí en este espacio de La Jornada Guerrero, la mayoría de los temas que hemos tratado están relacionados con los rezagos que afectan a la sociedad guerrerense, entre otros, el educativo, la inseguridad, la pobreza extrema, los insuficientes servicios de salud, las inversiones y la recaudación requeridas para su desarrollo, la baja productividad. ¿Qué no hemos hecho bien como sociedad para ser considerada una de las más atrasadas en el ámbito nacional?
Una explicación muy relevante pero no la única, es la baja calidad de la educación pública, sumada al desinterés de la mayoría de los padres de familia por la educación de sus hijos. Asimismo, los contenidos de la televisión tanto la abierta como la de paga, que no contribuye a la formación de los niños y de los jóvenes guerrerenses; y al excesivo tiempo al que están expuestos éstos, en promedio entre tres y cuatro horas diarias.
Se pasa más tiempo frente al televisor que en el aula de clases, pues mientras en el primero la exposición podría ser las 24 horas los 365 días del año; en el salón la estancia se limita a cuatro horas diarias, 200 días al año en teoría, ya que en la práctica el calendario y la jornada cotidiana de clases nunca se cumplen. Por datos de la Secretaría de Educación Guerrero se laboran 120 días en promedio y, en la opinión de los padres de familia, los profesores pierden demasiado tiempo al entrar a clases y después del recreo.
La relación de los niños y jóvenes con la televisión tiene efectos muy sensibles para ellos por la publicidad que trasmite. Hay algunas investigaciones, particularmente hechas en países europeos, que establecen una relación entre el mundo comercial y aspectos negativos del bienestar de los niños. Algunos muy preocupantes son la obesidad, las adicciones, el consumismo y la sexualización.
Los niños obesos mexicanos son los más numerosos del planeta y ocho de cada 10 serán adultos obesos con el riesgo de enfermarse de diabetes, padecimientos cerebro vasculares y los diferentes tipos de cáncer, las tres patologías principales que terminan con la existencia de la mayoría de los mexicanos y de los guerrerenses como lo hemos documentado en una colaboración anterior.
Por otra parte, la limitada educación de nuestros niños, su vida sedentaria, ausencia de hábitos como la lectura, la desatención de los padres están entre los principales factores que disminuyen la edad en el inicio del consumo de las drogas, que ha pasado –en algunos lugares como el Distrito Federal y en Acapulco no somos la excepción–, de 15 a 10 años, en el lapso de 2005 a 2011. Ahora se empieza a consumir en la primaria, el tabaco a los 10 y el alcohol a los 12. De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Adicciones el 42 por ciento de los alumnos de secundaria consumen alcohol y en la primaria lo hace el 12 por ciento. Y es el primer factor de riesgo para la salud en el país, pues más de 25 millones de mexicanos beben compulsivamente, en opinión del doctor Córdova, secretario de Salud.
Las adicciones no sólo son un problema de salud pública, sino que también tienen consecuencias en la seguridad pública, pues un buen número de delincuentes son menores de edad y muchos de los muertos relacionados con la inseguridad no rebasan los 25 años. En tanto, el gasto social en este rubro es cuantioso, pues los recursos que se utilizan para la atención de padecimientos derivados del consumo de tabaco y alcohol, solamente en el Distrito Federal son por un monto de 39 mil millones de pesos cada año, mil millones de pesos más que el presupuesto de Guerrero para 2011.
Igualmente es preocupante la inducción al consumismo, el afán de comprar estimulado por el bombardeo constante de anuncios comerciales al que están expuestos cotidianamente los televidentes, y más los niños y jóvenes cuya capacidad para discernir está más acotada.
Otro efecto nocivo es la sexualización, antes de tener una educación adecuada de acuerdo a su edad y que afecta principalmente a las niñas, lo cual tiene relación con el papel de la mujer como objeto sexual, anticipando la edad en que estas menores se puedan convertir en ello y los embarazos juveniles. A esto también contribuyen las revistas eróticas, que se venden sin ningún control en la mayoría de los expendios de periódicos.
Este es en términos generales, desde mi punto de vista, que es en la escuela y en nuestros hogares, en donde principian nuestros rezagos. ¿Y cómo?, debido principalmente al descuido de quienes tienen hijos y a la ausencia del gobierno en la regulación y supervisión de contenidos, principalmente de la televisión. El remedio está en nuestras manos y entre más pronto empecemos a corregir, nuestra expectativa social será mejor.
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Consulta en:
http://www.lajornadaguerrero.com.mx/2011/06/19/index.php?section=opinion&article=002a1soc
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