miércoles, 10 de marzo de 2010

La Universidad que Guerrero Necesita

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La Universidad que Guerrero Necesita
Carlos Reyes Romero
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Hace muchos años que Guerrero necesita que la Universidad Autónoma de Guerrero, tenga un buen nivel académico, que esté realmente comprometida con el desarrollo del estado y que sea socialmente reconocida y respetada.
Ese fue el principal propósito de la Universidad Autónoma de Guerrero, desde que los sectores democráticos asumieron el control de la Institución en 1972.
Desgraciadamente tal intención se fue desdibujando con el paso de los años, en medio de una debacle académica propiciada por el ausentismo magisterial, la venta de calificaciones, el uso político del alumnado y las rencillas y descomposición de los grupos políticos que disputan por el control de la Universidad.
Ciertamente, a pesar de ese panorama, florecen en la UAG algunos nichos con buen nivel académico, alentados por distinguidos investigadores y profesores, quienes conjuntamente con grupos de alumnos y trabajadores administrativos mantienen vivo su compromiso con los fines sociales de la UAG; ellos son los que sostienen y le dan pertinencia a la UAG.
Es esta obstinada y encomiable labor la que ha permitido mantener a flote el barco sin ruta de navegación ni destino en que han convertido a la UAG, los grupos que la han dirigido.
Este fin de semana la UAG elegirá a su rector para el cuatrienio 2010-2014; formalmente se disputan el cargo los doctores Ascencio Villegas Arrizón y Rogelio Ortega Martínez; detrás de ellos van los grupos y subgrupos de siempre y, desgraciadamente, detrás de éstos miles de alumnos a quienes se ha hecho creer que su voto es realmente decisivo o que se les ha prometido la mejora de sus calificaciones. Qué lástima que las cosas sean así en la UAG.
Será una competencia reñida y no exenta de tensiones, de amagos de fuerza y con agresiones verbales y físicas; pero al final se impondrá la negociación, el arreglo, el acomodo. Los grupos se reconciliaran, los profesores y alumnos se concentrarán en sus clases; la “operación cicatriz” entrará en juego. En eso son expertos los grupos contendientes.
Más allá de esta certidumbre y de la lluvia de acusaciones con la cual los partidarios de uno y otro contendiente han ensuciado el campus universitario, vale la pena preguntarse:
¿Aparte de los méritos académicos que ambos candidatos ostentan, podrán el doctor Ortega o el doctor Arrizón promover realmente el cambio que la UAG necesita?
¿Tendrán la determinación y el carácter para priorizar el desarrollo académico y el compromiso social de la UAG, por encima de las ambiciones de los grupos que los promueven?
¿Logrará alguno de los dos que la UAG deje de ser rehén de los grupos de poder que la han rezagado?
¿Podrán el doctor Arrizón o el doctor Ortega restablecer la dignidad y el decoro de la vida universitaria?
Ojalá; por el bien de Guerrero.
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1 comentario:

Unknown dijo...

http://eodiego.blogspot.com/2010/03/universidades-aprobadas-y-reprobadas.html

Le dejo un link de interes, me pregunto que tienen propuesto los candidados a rector, para que este problema no siga, y seamos por lo menos una de esas 7 primeras universidades del pais aprobadas.
Slds