domingo, 21 de marzo de 2010

Otra más sobre la elección de rector en la UAG

En la edición del 21 de marzo de 2010, EL SUR publica la siguiente nota:
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La elección de rector en la UAG
Hugo Martín Medina
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Contra todo pronóstico fatalista, que auguraba un clima de violencia y provocación los días 12 y 13 de marzo, la reciente elección de rector en la Universidad Autónoma de Guerrero, se desarrolló en un ambiente tranquilo y civilizado.
Fuera de algunos incidentes menores, como el retardo en la instalación de algunas casillas, desencuentros verbales, así como la continuidad de actividades de proselitismo fuera del periodo oficial de campaña entre los seguidores de ambos candidatos, el proceso se desarrolló de manera pacífica y sin que se registraran hechos graves que lo empañaran.
Como en toda elección democrática, se gana y se pierde, y en esta ocasión el candidato que resultó victorioso fue el Dr. Ascencio Villegas Arrizón, ya que, de acuerdo con el cómputo final realizado en todas las casillas por la Comisión Electoral del H. Consejo Universitario, éste obtuvo 23 mil 697 votos, frente a su oponente el Dr. Rogelio Ortega Martínez que obtuvo 21 mil 372 votos, 700 abstenciones y 687 votos nulos, que suman un total de 46 mil 456 votantes en la institución.
Sin embargo, como ya es costumbre en la UAG, siempre que un candidato pierde una elección se da a la tarea de promover actos de descontento, impugnaciones fuera de tiempo, declaraciones de guerra en contra del que ganó con el fin de presionar y chantajear para negociar cargos y no quedarse fuera de la administración. Esos escenarios ya los hemos visto en otras coyunturas. Sólo por citar un ejemplo, ¿quién no recuerda la elección entre J. Hugo Vázquez Mendoza y Armando Chavarría Barrera, en la que el segundo perdió, pero negoció con la intervención del gobierno del estado el 40 por ciento de la administración y un cargo como delegado estatal del INEA? La diferencia entre esta elección y aquella es que ahora los resultados son clarísimos y en aquel entonces siempre se ocultaron las cifras, lo que nos hace recordar la famosa “caída del sistema” en la elección presidencial de 1988.
Con diversos matices, con Florentino Cruz Ramírez como rector, frente al perdedor Samuel Reséndiz Nava, con Nelson Valle López, frente al perdedor Rogelio Ortega Martínez, y con Arturo Contreras Gómez, frente al perdedor Germán Cerón Silverio, también se dieron negociaciones entre los primeros y los segundos, pues los líderes tradicionales que tanto daño han hecho a la universidad, enquistados por años en la Rectoría, se niegan a regresar al pizarrón y prefieren negociar, a como dé lugar los cargos para seguir disfrutando de las mieles del poder universitario como si fuera un botín.
Esa práctica caduca y viciada debe ser desterrada en la universidad, si queremos realmente lograr ese cambio tan prometido durante las campañas. Los seguidores de Rogelio Ortega se niegan a aceptar la derrota, acusando al rector Arturo Contreras de usar los recursos de la institución para beneficiar a Ascencio Villegas. Si esto fuera cierto, hay que recordar que ha sido una constante en la UAG y que forma parte de la cultura política, no solo de los universitarios, sino de los guerrerenses y los mexicanos, son las cosas que necesitamos cambiar y pronto. Ya me imagino a Germán Cerón Silverio como rector apoyando sin ningún rubor con recursos de la universidad a Rogelio Ortega Martínez.
Otra de las acusaciones de los seguidores de Rogelio es que se compraron conciencias con categorías, tiempos completos y becas para orientar el voto a favor de Ascencio Villegas. No estuve enterado si las hubo, pero esa también ha sido una vieja práctica de todos los que tuvieron el poder de la Rectoría y lo ejercieron a diestra y siniestra; Gabino Olea Campos, J. Hugo Vázquez Mendoza, Florentino Cruz Ramírez y Nelson Valle López hicieron lo propio en su momento.
Advierten los seguidores de Rogelio que “si no se limpia la elección podrían paralizar a la UAG”. ¿Si el resultado les hubieran favorecido, estarían planteando esas medidas de presión? ¿Estarían hablando de “pedir perdón a los universitarios por lo ilícito e irregular del proceso electoral”? No lo creo, estarían muy contentos festejando y acusando al perdedor de querer desestabilizar a la universidad.
La UAG tiene nuevo rector porque así lo decidieron más de 23 mil universitarios y quienes hoy pretenden confrontarnos con el cuento de que el proceso fue un cochinero, tiran la piedra y esconden la mano, ya que si de compra del voto y corrupción se trata, tan sólo en mi unidad académica, la Preparatoria No. 2 los maestros que apoyaron a Rogelio Ortega se dedicaron durante toda la campaña a comprar a estudiantes de manera escandalosa, con dinero, calificaciones, comidas, cervezas, albercadas y fiestas. En la Prepa No. 14 de San Luis Acatlán, trascendió que la gente de Rogelio con el apoyo de la presidencia municipal estuvo comprando el voto de 500 a mil pesos.
Los que hablaron en la campaña de institucionalidad, de civilidad, de legalidad, de democracia y de la nueva universidad, hoy pretenden desconocer la voluntad mayoritaria de los universitarios expresada en las urnas, y meter a la institución en una nueva crisis, con el fin de preservar sus viejos privilegios e intereses personales y de grupo, por encima de los de la institución. No debemos permitirlo.
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Consultado en:
http://www.suracapulco.com.mx/opinion02.php?id_nota=5993

1 comentario:

Unknown dijo...

Osea que gana el que ofrece mas en la subasta en el ultimo minuto, que mal. Debemos cambiar!!!!...